miércoles, 5 de septiembre de 2012

Medios y sociedad


El papel y el lugar de los medios de
comunicación en la sociedad


Las reflexiones sobre los medios de comunicación se centran tradicionalmente en la
capacidad de las instituciones mediáticas y de las tecnologías de comunicación de
desempeñar un papel en la democratización de las sociedades, en la creación de
una esfera pública a través de la cual las personas pudieran participar en asuntos
cívicos, en el realce de la identidad nacional y cultural, en la promoción de la
expresión y el diálogo creativos. Por ello, los debates sobre las diferentes formas de
censura y sobre la propiedad de los medios de comunicación siempre han formado
parte de las agendas de trabajo

Tan pronto como la producción y distribución de los medios requiera un mayor grado
de organización y de recursos que los que pueden proporcionar artistas o creadores
individuales que trabajan en grupos relativamente pequeños -es decir, tan pronto
como los medios de comunicación se industrialicen- normalmente el estado asume
cierta forma de organización estructural, ya sea directamente o a través de una
autoridad a distancia. Esto se puede hacer de varias maneras.

En el modelo de mercado libre, el estado crea un ambiente en el cual las
corporaciones de los medios de comunicación gozan de plena libertad para
operar comercialmente; el acceso al mercado en algunos sectores tales como la
difusión sigue estando controlado fundamentalmente mediante la concesión de
frecuencias de transmisión, mientras que el área de la prensa escrita queda abierta
a cualquier persona que disponga de los recursos para poseer y operar un medio de
comunicación.

En el modelo autoritario, los medios de comunicación se consideran una extensión
de la autoridad estatal.

El modelo de servicio público pone énfasis en la creación de servicios de radio y
televisión al servicio público, en el financiamiento de unos medios de comunicación
no lucrativos basados en la comunidad y en varias restricciones sobre la propiedad
de los medios de comunicación comerciales (limitando la cantidad de puntos
de distribución que una firma particular podría controlar o prohibiendo que los
propietarios de dichos medios de comunicación sean extranjeros).

En la actualidad, todo el mundo reconoce que la lógica del mercado es la que
predomina y la que impone sus valores y sus condicionamientos sobre los modos
de producción y de distribución, lo que acarrea consecuencias mayores sobre los
contenidos y la naturaleza misma de la información.

Ahora bien, aquí aparecen nuevos desafíos mucho más complejos relacionados
con la concentración de medios de comunicación, la uniformización y la pobreza
de los contenidos, el desequilibrio de los flujos de información y la falta de
diversidad cultural, el papel regulador de los Estados en los planes nacionales e
internacionales, y la necesaria redefinición de un servicio público en términos de
información.

La relación entre los medios de comunicación y la sociedad de la información
plantea efectivamente un desafío aparentemente paradójico. Por un lado, los
medios de comunicación de masa (prensa, radio, televisión) viven un proceso de

concentración de la propiedad y de integración horizontal y vertical de sonido, audio
e imagen gracias al advenimiento del soporte numérico. Por otro lado, Internet y el
soporte digital en general individualizan y democratizan el acceso a la comunicación
y a la interacción, permitiendo el desarrollo inédito de nuevos medios alternativos o
cooperativos que afectan al mismo tiempo a los medios masivos tradicionales.

La relación entre los medios de “comunicación” y la sociedad de la “información”
aparece por tanto bajo la forma de una disociación contradictoria que es difícil
explicar sin considerar la definición del proyecto de la sociedad de la información,
el contexto en el que evolucionan los actores que construyen la sociedad de la
información y los desafíos que plantean los avances tecnológicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario